domingo, 16 de marzo de 2014

Concepción del Psiquismo...desde la obra de Melanie Klein



Sigmund Freud estudió el funcionamiento del psiquismo en la clínica, se centró más en el estudio de la mente, que en la conducta, la cual vendría a ser una expresión de lo que ocurre "adentro".  Le interesa descubrir las causas de los comportamientos, las motivaciones que impulsan a obrar de determinadas maneras. El psicoanálisis se centra en los procesos inconscientes de la Psique, en lo más interior y profundo, lo más inaccesible. Pretende el desarrollo personal y propio, el cambio subjetivo y cualitativo, no fija objetivos concretos a alcanzar, lo que sí hace lo Conductual, que se centra en lo más externo, lo directamente observable y medible, en la acción misma.
A lo largo de su investigación, Freud planteó dos teorías del psiquismo: la Primera y la Segunda Tópica. La Primera Tópica es una teoría topográfica, nos habla de tres ámbitos o zonas del psiquismo: el Inconsciente, el Pre-consciente y el Consciente.  Después, en 1920, planteó la Segunda Tópica, como una teoría estructural del psiquismo, que distingue tres instancias o tres estructuras en la personalidad humana: Ello, Yo y Superyó. Trataré ambas tópicas más adelante.

En este escrito me referiré al trabajo de Melanie Klein, psicoanalista austriaca, creadora de una teoría del funcionamiento psíquico. Hizo importantes contribuciones sobre el desarrollo infantil desde la teoría psicoanalítica y fundó la escuela inglesa de psicoanálisis.

1.   Cómo se concibe al Psiquismo desde Melanie Klein?
Para Melanie Klein, la vida psíquica se basa en el desarrollo de un  YO temprano, en la existencia de relaciones de objeto tempranas, en la influencia de la angustia, como motor psíquico a partir del nacimiento, en la postulación de dos etapas fundamentales en la evolución mental y emocional del niño, en la existencia de una pulsión de vida y una pulsión de muerte.
Concibe a la mente como un espacio, un continente, en cuyo centro habitacional mora un sujeto, el YO, y en cuyo interior, ese mismo YO inconscientemente, por procesos de proyección e introyección, ubica objetos y constelaciones de objetos con los que sostiene diferentes tipos de vínculos, y que a su vez están en interrelación con los objetos del mundo externo.

 2.   Qué son las Posiciones?
Son etapas en la evolución mental y emocional del niño:

  • Posición Esquizo-Paranoide: desde el nacimiento hacia la mitad del primer año de vida
  • Posición Depresiva: desde los 6 meses en adelante.
Posición implica una configuración específica de relaciones objetales, ansiedades y defensa, persistente a lo largo de la vida, estando en la posición depresiva podemos regresionar a la posición esquizo-paranoide, es decir, podemos oscilar entre ambas posiciones en todos los momentos de nuestra vida.
La posición se define según la ansiedad específica que sufre el YO (persecutoria o depresiva), y ésta surge del tipo de relación fantaseada que ese YO mantiene con sus objetos en cada momento particular.

3.   Qué es la Fantasía Inconsciente?
Es la expresión mental de los instintos y conlleva una acción específica en el inconsciente. Interviene un sujeto, un objeto y una acción intencional recíproca. (causalidad circular)

En la teoría de Klein, el instinto es calificado por la especificidad de la acción deseada o temida, según la zona erógena activada y el impulso predominante; se inscribe como una acción específica como: succionar, morder, defecar, inundar, envenenar, desgarrar, quemar. El objeto de esa acción no es el objeto del instinto: es el objeto al cual el YO desea hacerle la acción específica, el objeto al cual se le desea hacer algo o del que se teme que nos haga algo (retaliación). Se crea en la fantasía un universo de objetos y se los involucra en una red de intencionalidades recíprocas, esos objetos de amor y de odio son objetos del YO y no de la pulsión. 

Los instintos kleinianos incitan a amar u odiar a los objetos a quienes se atribuye la intención de provocar efectos placenteros o displacenteros, a diferencia de las pulsiones freudianas que buscan el placer y huyen del displacer. Se incide así en la relación con el objeto, más que en la descarga.
La Fantasía Inconsciente influye y altera constantemente la percepción o la interpretación de la realidad, la realidad también ejerce su impacto sobre la Fantasía Inconsciente, se la experiencia e incorpora, y ejerce fuerte influencia sobre la Fantasía Inconsciente misma.





















Una mala experiencia real se hace mucho más importante, y este funcionamiento se da en toda la vida,  cuando el bebé ha tenido intensas fantasías coléricas en las que atacaba el pecho, ya que dicha experiencia le confirma, no sólo la sensación de que el mundo exterior es malo, sino también su sensación de que él mismo es malo, y su creencia, en la omnipotencia de sus fantasías malevolentes.
Las experiencias buenas, tienden a disminuir la ira, a modificar las experiencias persecutorias y a estimular el amor y la gratitud del bebé, y su creencia en el objeto bueno.

4.   Cómo es la Posición Esquizo-Paranoide?

Se caracteriza porque el bebé tiene la fantasía de que sus objetos originarios son extraordinariamente buenos, cuando se siente gratificado, o extremadamente malos, cuando se siente frustrado.
Ama a los objetos buenos o idealizados, y odia y fantasea ataques orales, anales, uretrales, sádicos en general, a los objetos malos o persecutorios.
En esta etapa los objetos son parciales: pecho, pene, vientre.



Está fundamentalmente centrado en el peligro para el YO, a diferencia de la Posición Depresiva, en la que la preocupación se centra en el daño hacia el objeto.
Desde el nacimiento, el YO lidia con el instinto de vida, instinto de muerte y realidad externa. Cuando el instinto de muerte produce demasiada ansiedad, el YO se escinde :

  • Una parte es deflexionada (puesta afuera) y proyectada en el pecho materno (objeto persecutorio)
  • Otra parte queda en el YO y se convierte en agresión.
De manera similar ocurre con el instinto de vida o libido:

  • Una parte es proyectada en el pecho materno (objeto ideal)
  • Otra parte queda para establecer una relación libidinal con el objeto ideal.
En esta etapa, el YO tiene relación con dos objetos: el pecho ideal y el pecho persecutorio. La fantasía del objeto ideal se fusiona con experiencias gratificadores de ser amado y amamantado por la madre externa real, que a su vez confirman dicha fantasía. De manera similar, la fantasía de persecución, se fusiona con experiencias reales de privación y dolor, atribuidas por el bebé a los objetos persecutorios.
Contra la abrumadora ansiedad de ser aniquilado el YO desarrolla mecanismos de defensa primitivos:





































5.   Y los Mecanismos de Defensa, tienen aspectos positivos?

Los mecanismos de defensa también son mecanismos de funcionamiento mental, no sólo protegen al YO de ansiedades inmediatas y abrumadoras, también son manifestaciones de etapas progresivas del desarrollo. La escisión permite al YO emerger del caos y ordenar sus experiencias. Este ordenamiento de la experiencia que acompaña al proceso de escindir al objeto en uno bueno y otro malo,  sirve para ordenar el universo de las impresiones emocionales y sensoriales del niño y es una condición previa para la integración posterior. Es la base de lo que será después la capacidad de discriminar, cuyo origen es la temprana diferenciación entre lo bueno y lo malo. Hay otros aspectos de la escisión que persisten en la madurez, y son muy importantes: ej. capacidad para prestar atención vs. distracción. 

La escisión es también la base de la Represión. Si la escisión temprana ha sido excesiva y rígida, la represión posterior será la excesiva rigidez neurótica. Con la escisión se relacionan la ansiedad persecutoria y la idealización. Ambas distorsionan el juicio, si se conservan intactas en la vida adulta. La primera sirve para poder reconocer, evaluar y reaccionar ante peligros externos. La creencia en la bondad de los objetos y de uno mismo se basa en la idealización, precursora de buenas relaciones objetales. La relación con un objeto bueno contiene cierto grado de idealización (base para enamorarse).
La Identificación Proyectiva también tiene aspectos valiosos. Es la  forma más temprana de empatía y la capacidad para “ponerse en el lugar del otro”, se basa tanto en la identificación proyectiva como introyectiva. En la Identificación Proyectiva se basa también la primera clase de formación de símbolos. Al proyectar partes de sí en el objeto, e identificar partes del objeto como partes del YO, el YO forma sus primeros y más primitivos símbolos.

6.       Cómo salimos de la Posición Esquizo-Paranoide?

Condición previa: experiencias buenas sean registradas como buenas y predominen sobre las malas. Para Melanie Klein, lo central es cómo vivimos las experiencias, esto depende de mecanismos inconscientes internos : prima el mundo interno.
El YO llega a creer que el objeto ideal prevalece sobre los objetos persecutorios, y que su propio instinto de vida predomina sobre su propio instinto de muerte. El YO se identifica repetidamente con el objeto ideal, adquiriendo mayor fuerza y capacidad para enfrentarse con ansiedades sin recurrir a violentos mecanismos de defensa. Disminuye el miedo a los perseguidores y disminuye la escisión entre objetos persecutorios e ideales.  

A medida que el YO se siente más fuerte y con mayor afluencia de libido, disminuye la escisión dentro del YO, disminuye la necesidad de proyectar, y el YO puede tolerar mejor su propia agresión y sentirla como parte de sí. El YO se prepara para integrar sus objetos, para integrarse él mismo, y por la disminución de mecanismos proyectivos, distingue mejor entre lo que es YO y lo que es objeto.

7.       Cómo es la Posición Depresiva?

En la mitad del primer año de vida, se produce la síntesis del objeto y la integración del YO. El bebé integra a los objetos como totales: percibe a la madre como una persona total y real, y así sintetiza los aspectos disociados de los objetos primitivos. Ahora siente que ama y odia al mismo tiempo el mismo objeto, hay ambivalencia, y la ansiedad predominante es la depresiva:


Lo central es el miedo a perder sus objetos, aparece la culpa depresiva y los impulsos a reparar, ese objeto bueno, atacado y en peligro en sus fantasías. Esto se da así:
Cuando el bebé siente que su YO es fuerte y poseedor de un objeto ideal fuerte, sus propios impulsos malos le asustan menos, y se vemos impelido a proyectarlos afuera, disminuye entonces el poder atribuido al objeto malo, mientras que el YO se fortifica, pues la proyección empobrece menos. 

El bebé tolera mejor el instinto de muerte dentro de sí y decrecen sus temores paranoides: disminuyen la escisión y la proyección, y predomina el impulso a la integración del YO y del objeto, deviene en poder aceptarnos como buenos y malos.
Reconocer a la madre como persona total, significa también reconocerla como individuo con una vida propia y con sus propias relaciones con otras personas. El bebé descubre cuan desamparado está, cómo depende totalmente de ella, y cuántos celos le provocan los demás. Ese cambio en la percepción del objeto se acompaña de un cambio fundamental en el YO, a medida que la madre se convierte en objeto total, el YO del bebé se convierte en un YO total.
En la Posición Depresiva se intensifica los procesos de introyección, en parte por la disminución de los mecanismos proyectivos, y en parte a que el bebé descubre cuanto depende de su objeto, a quien ve ahora como persona independiente que puede alejarse de él. 

El bebé bien integrado - integra objetos, pulsiones, temporalidad, por ende a sí mismo-, que puede evocar y conservar su amor por el objeto bueno, incluso mientras lo odia, está expuesto a nuevos sentimientos: duelo, nostalgia por el objeto bueno al que siente perdido y destruido, y la culpa, por perder a su objeto bueno por su propia destructividad.



Al integrarse más su YO, el bebé descubre su propia realidad psíquica. Advierte su propia existencia y la de sus objetos como seres distintos y separados de él. Advierte sus propios impulsos y fantasías, y distingue entre fantasía y realidad externa. Con la progresiva elaboración de la Posición Depresiva  cambia totalmente la relación con los objetos: el bebé adquiere la capacidad de amar y respetar a las personas como seres separados, diferenciados. Reconoce como propios sus impulsos, se responsabiliza por ellos y tolera la culpa. La capacidad recién adquirida de sentir preocupación por sus objetos lo estimula a aprender gradualmente a controlar sus impulsos.
Con la Posición Depresiva se entra en un mundo simbólico, gracias a la capacidad del niño de reconocer la ausencia del objeto. El vínculo con el objeto ausente se sostiene a través de los objetos internos y sus sustitutos simbólicos en el mundo externo. La creación de símbolos se convierte en una capacidad reparatoria y sublimatoria, y en una capacidad objetivante, ya que la sustitución simbólica es la que permite ir dando relieve y valor a los objetos del mundo externo.
A medida que el bebé pasa por repetidas experiencias de duelo y reparación, de pérdida y recuperación, su YO se enriquece con los objetos que ha debido recrear en su interior, y que ahora se hacen parte de él. Aumenta su confianza en su propia capacidad de conservar o recuperar objetos buenos y su creencia en su propio amor y posibilidades.
La Posición Depresiva nunca se elabora completamente. Siempre tenemos ansiedades relacionadas con la ambivalencia y la culpa, y situaciones de pérdida que reavivan experiencias depresivas. Los objetos externos buenos de la vida adulta simbolizan y contienen aspectos del primer objeto bueno, interno y externo, de modo que cualquier pérdida de la vida posterior, reaviva la ansiedad de perder el objeto interno bueno y con ella todas las ansiedades sentidas originalmente durante la Posición Depresiva.  Si durante ésta, el bebé ha podido establecer un objeto interno bueno suficientemente afianzado, las situaciones posteriores de ansiedad depresiva no le conducirán a la enfermedad, sino a una elaboración fructífera, cuyas consecuencias son mayor enriquecimiento y creatividad.
En la vida, siempre queda un funcionamiento propio de la posición esquizo-paranoide y de la posición depresiva. En el funcionamiento psíquico, de acuerdo al desarrollo personal, tiende a predominar uno de ellos.

Bibliografía
Segal, Hanna,  “Introduccion a la obra de Melanie Klein”, 1984.
Del Valle Echegaray, Elsa Margarita,  “Divergencias en la Unidad, una introducción a los desarrollo psicoanalíticos después de Freud ”, 1997.
“Aportes de Melanie Klein al enfoque freudiano” ,www.eljuegoinfantil.com/psicologia/evolutiva,  
"Algunas aportaciones del psicoanálisis a la educación de nuestros hijos y alumnos: una aproximación al psicoanálisis desde un psicólogo cognitivo-conductual", José Ángel López, www.cop.es/colegiados/T-00921/psicoanalisis-coco.pdf‎
"Entendimiento de la Concepción del Psiquismo desde la obra de Melanie Klein", adaptación del trabajo presentado en el  curso de Concepción de Psiquismo, 2° año, dictado por la profesora Graciela Cardó, en la formación de Psicoterapia Psicoanalítica, CPPL, 2011.

sábado, 29 de junio de 2013

Sobre la Transferencia



No les ha pasado alguna vez, que se han comportado con determinada persona (jefes, profesores, tutores, compañeros de trabajo), como antes lo hicieron con su papá, o mamá, o hermanos, o alguien significativo en sus vidas? Y entonces, han depositado en esta nueva persona, sentimientos: como amor, temor, admiración, cólera,  y expectativas: como necesidad de ser reconocido, recompensado, amado? Quizás se habrán preguntado por qué me siento tan ligado o contrariado, con esta persona, si realmente, la conozco poco? Lo que sucede es un fenómeno denominado transferencia.

1.        Qué es la transferencia ?  

La teoría de la transferencia es uno de los mayores aportes de Sigmund Freud, y pilar del tratamiento psicoanalítico.  Designa varias cosas: 


  • La función psíquica mediante la que una persona transfiere inconscientemente, y revive sus antiguos sentimientos, afectos, expectativas o deseos infantiles reprimidos, en sus vínculos nuevos.
  • La herramienta fundamental para el analista para poder conducir el tratamiento psicoanalítico.
  • La neurosis de transferencia, descrita por Freud, como momento crucial del tratamiento, en la que todos los elementos de la neurosis son actuados en la consulta, en presencia del terapeuta.
Se trata de afectos orientados originalmente hacia los padres, hermanos u otras personas significativas en la infancia, y que en la vida adulta mantienen su presencia y su efectividad psíquica, de modo que es posible transferirlos a escenarios actuales.
Freud señala que este fenómeno ocurre de manera espontánea en las relaciones entre seres humanos, pero adquiere especial relevancia en la relación terapéutica, convirtiéndose en su instrumento principal, para el cambio psíquico del paciente. Freud registró que sólo mediante la experiencia transferencial durante el tratamiento, pueden ser vencidas las resistencias psíquicas del paciente, de manera de lograr que aquello reprimido, sea aceptado por él, produciendo un cambio permanente en ese punto y su trama.

Diferenciemos la transferencia positiva y negativa:
Transferencia positiva, son los sentimientos amistosos y afectuosos hacia el terapeuta, permite el avance del tratamiento;  

Transferencia negativa, se caracteriza por la expresión de sentimientos hostiles y de enojo hacia el terapeuta. Asimismo, puede estar erotizada, es decir, “el paciente cree que desborda de amor por su terapeuta”. Se detienen las asociaciones del paciente.
  

La transferencia sobre el analista se convierte en resistencia dentro de la cura, cuando es una transferencia negativa, la que hay que hacer consciente al paciente, para cancelarla. La transferencia positiva no tiene que hacerse consciente, subsiste y es el portador del éxito del tratamiento.



2.        Ventajas y desventajas de la transferencia en la relación terapéutica
El paciente ve en el analista, un retorno –reencarnación- de una persona importante en su infancia, de su pasado, y por eso, transfiere sobre él sentimientos y reacciones, que se referían a ese arquetipo. Esta trasferencia es ambivalente, incluye actitudes positivas, y también negativas, hacia el analista.
 Ventajas 
  • Se convierte en el genuino resorte que impulsa la colaboración del paciente.
  • Si el paciente pone al analista en el lugar de su padre o madre, le otorga el poder para una “post-educación”, puede corregir desaciertos en que incurrieron los padres en su educación.
  • En la transferencia, el paciente escenifica nítidamente ante el terapeuta, un fragmento importante de su biografía, el cual hubiera sido difícil abordar. Es como si el paciente actuara ante el terapeuta, en lugar de informarle.
 Desventajas 
  • Difícilmente se puede evitar que la actitud positiva hacia el analista, se vuelva de golpe negativa, hostil. O que el paciente se siente enamorado de su terapeuta.
  • El peligro de la transferencia negativa consiste en que el paciente desconozca su naturaleza y lo considere como verdadero, como nuevas vivencias objetivas, en vez de espejamientos del pasado.
El terapeuta tiene la tarea de aclarar esa peligrosa ilusión al paciente en cada caso, de mostrarle una y otra vez, que es un espejismo del pasado lo que él considera una nueva vida real-objetiva. Y a fin de que no caiga en un estado que lo vuelva inaccesible a todo medio de prueba, el terapeuta procura que ni el enamoramiento ni la hostilidad alcancen una dimensión extrema. Se lo consigue si desde temprano se prepara al paciente para estas posibilidades, y no se dejan pasar sus primeros indicios. Este cuidado en el manejo de la transferencia suele ser ricamente recompensado.
  
 3.        Transferencia: importante concepto que merece un poco de historia
1905
Freud define que transferencias son nuevas ediciones de los impulsos y fantasías que surgen durante el curso del análisis; su característica es la de reemplazar a una persona anterior por la persona del terapeuta: se revive una serie completa de estados psicológicos, no como algo perteneciente al pasado, sino aplicable a la persona del terapeuta en el momento presente. Algunas de estas transferencias tienen un contenido que difiere de aquél de su modelo, tan solo en la sustitución de la persona: son nuevas ediciones o reimpresiones.
1909
Hasta aquí la transferencia había sido como un fenómeno clínico que podía actuar como resistencia al trabajo analítico. En 1909, Freud hace la primera mención de la transferencia como agente terapéutico: podía desempeñar “una parte decisiva en traer convicción no solamente al paciente, sino también al analista”. Entre 1916-1917 Freud señaló que la transferencia está presente en el paciente desde el comienzo del tratamiento, y por un tiempo, es el motivo más poderoso de su progreso.
1912
Freud habla de transferencias positivas y negativas.Freud sugirió que las características particulares de la transferencia de un paciente emanan de los rasgos específicos de su neurosis, y no son simplemente el resultado del proceso analítico e iguales en todos ellos.
1914
Freud introdujo el concepto de Neurosis de Transferencia: forma en la cual las relaciones tempranas que eran componentes de la neurosis misma, moldeaban también el patrón dominante de los sentimientos del paciente hacia el psicoanalista.
1920
Freud amplía este concepto: el paciente en análisis se siente obligado a repetir el material reprimido y vivirlo con actualidad contemporánea en vez de recordarlo como algo perteneciente al pasado (como quisiera el terapeuta). Estas reproducciones que emergen con exactitud tan indeseada, siempre tienen como objeto alguna porción de vida sexual infantil, y son actuadas invariablemente en la esfera de la transferencia del paciente en relación con el terapeuta è la neurosis anterior ha sido reemplazada ahora por una nueva  “neurosis de transferencia”. La repetición del pasado en forma de transferencias contemporáneas fue vista por Freud como la consecuencia de la compulsión a repetir.

4.        Transferencia como vínculo intersubjetivo

La transferencia también puede comprenderse como un vínculo intersubjetivo entre analista y analizado. La intersubjetividad es un concepto que implica la capacidad  de los seres humanos de  compartir su subjetividad. El psicoanálisis contemporáneo  comprende la intersubjetividad,  en tanto reconocimiento de la subjetividad de sí mismo y de la subjetividad del otro.

Y qué es subjetividad ?
 Lo podemos entender como lo relativo a nuestro modo de pensar o de sentir, y que está influenciado por nuestras vivencias personales.
  


A manera de conclusión

Freud afirma que el tratamiento psicoanalítico no crea la transferencia, sino que la descubre, la hace visible, igual que a otros procesos psíquicos ocultos. La transferencia existe fuera y dentro del análisis, la única diferencia es que en el análisis, se detecta y se hace consciente. De esta forma la transferencia se va desarrollando y descubriendo continuamente; y Freud concluye: “la transferencia, destinada a ser el máximo escollo para el psicoanálisis, se convierte en su auxiliar más poderoso, cuando se logra colegirla en cada caso, y traducírsela al paciente”.

Bibliografía
Freud Sigmund, Obras completas, Tomo 12, “Sobre la dinámica de la Transferencia”, 1912
------------------    Esquema del Psicoanálisis, tomo 23, “La técnica psicoanalítca”, 1940
Sandler, Joseph y otros, “El paciente y el analista”, 1973
Etchegoyen, Horacio “Fundamentos  de la técnica psicoanalítica”, 2009
Laplanche, Diccionario de Psicoanalisis.
Valls, Diccionario Freudiano
Adaptación del trabajo presentado en el curso Técnica y Supervisión 2° año, dictado por el profesor Alvaro Rey de Castro, en la formación de Psicoterapia Psicoanalítica, CPPL, 2011.

martes, 30 de abril de 2013


A veces, a las personas recurrentemente  estresadas, impacientes o con poca tolerancia, se las suele llamar neuróticas. También es el apelativo, que se le da a abuelas y mamás cuando llaman la atención por algo en que están en desacuerdo, dando sus razones insistentemente, una y otra vez; o la denominación que se da a aquellas personas que tienen alguna conducta extrema, como el orden y la limpieza excesivos.
 

Hacia un entendimiento de la Neurosis

Una explicación profunda de lo que es la Neurosis es la que postula Sigmund Freud, quien sostiene que es un modo de funcionamiento u organización mental. Propone una clasificación psicoanalítica para los diferentes modos de funcionamiento o estructuras de la personalidad: Neurosis, Psicosis y Trastornos límite (bordeline).
Jean Bergeret, psicoanalista francés, define estos modos de funcionamiento de la personalidad como estructuras de base, es­ta­bles y de­fi­ni­ti­vas, e indica y que hay que distinguirlas de lo que es parte de una simple dis­po­si­ción móvil y ma­lea­ble. Las estructuras son modos de organización, relativamente estables, de los procesos mentales como: organización del psiquismo en un aparato psíquico (Ello, Yo, Superyo). Dentro de las estructuras hay sub-estructuras: defensas,  relaciones objetales interiorizadas,  y desde el punto de vista dinámico, dentro de las estructura, hay conflictos.
La Estructura es un ordenamiento interno, un orden orientado hacia una finalidad, que es la de estabilizar el psiquismo actuando como mediadora entre los distintos factores etiológicos: genes, historia, ambiente, etc. Este ordenamiento puede ser normal o patológico, que se configura como un modo permanente y profundo de resolver las situaciones conflictivas a las cuales está siempre expuesto el psiquismo.
Según el Diccionario de Psicoanálisis de Laplanche y Pontalis:
  •  Neurosis, es la afección mental, cuyos síntomas son la expresión simbólica de un conflicto psíquico, que tiene sus raíces en la historia infantil del sujeto, y constituyen compromisos entre el deseo y su prohibición.
  • Psicosis, es la perturbación de la relación libidinal con la realidad, siendo la mayoría de los síntomas manifiestos, especialmente los delirios, tentativas secundarias de restauración del lazo con la realidad.
Por qué se genera  la Neurosis?
La Neurosis nace de la incapacidad de tramitar el vivenciar infantil. El conflicto neurótico es la pugna entre impulsos que tienden a su descarga, y las fuerzas psíquicas que se oponen a ella. Es la consecuencia del fracaso del YO en llevar a cabo su labor de síntesis e integración en los 3 distintos frentes en que ésta debe realizarse (ver diagrama de Dinámica de la Neurosis):  
  • Impulsos instintivos que provienen del Ello
  • Exigencias normativas y prohibitivas del Superyo, y
  • Presiones de la realidad externa
La Neurosis es una reacción particular del Yo frente a las exigencias pulsionales del Ello. Bajo la influencia del Superyo, el Yo intenta defenderse contra los impulsos prohibidos por aquél, de una manera característica para cada tipo de neurosis. El motivo de esta defensa es la angustia que origina la pulsión instintiva peligrosa. Siendo el Yo demasiado débil para manejar adecuadamente las enérgicas pulsiones libidinosas y agresivas, queda abrumado por la ansiedad  que las mismas despiertan, y esto le obliga a utilizar todos los mecanismos de defensa posibles.
La ansiedad ante la cual el Yo del niño tiene que defenderse, es la ansiedad de muerte originada por los impulsos destructivos que operan dentro de su organismo. Es un proceso: las reacciones agresivas ante la insatisfacción de las necesidades vitales como el hambre, van con sensaciones corporales que acompañan el llanto rabioso, lo que produce en el niño un intenso displacer. En estos momentos, parece que todo su organismo queda a merced de la agresividad, que en un principio, iba dirigida hacia el exterior. Por otro lado, la proyección de  la agresividad hacia el exterior, da lugar a que el objeto (externo) sea sentido como agresivo y peligroso. Por ello, al ser introyectado de nuevo, se convierte en un objeto malo internalizado, que amenaza y destruye desde adentro. Cuando las necesidades internas no se satisfacen, el objeto del que tiene que venir la gratificación es sentido como agresor, más aún, como idéntico a la necesidad y el dolor internos.
Existen 4 condiciones fundamentales de ansiedad, correspondientes a distintas etapas del desarrollo:

  • ansiedad por la pérdida del objeto: primer período de vida, total impotencia por parte del niño.
  • ansiedad por la pérdida de amor del objeto: el niño ya reconoce a los objetos como una totalidad, y experimenta necesidad de amor y cuidado de éstos.
  • ansiedad de castración, fase edípica, el niño teme ser agredido por los objetos convertidos en malos y vengativos a causa de sus impulsos destructivos, incestuosos.
  • ansiedad por el aprecio del Superyo, el SYO representa las expectativas de los padres para con el niño.
Asimismo, hay otros factores en la causalidad de la Neurosis:
  • Naturaleza biológica: Disposición pulsional, con las reacciones insuficientes del YO ante los peligros que derivan de las pulsiones instintivas
  • Naturaleza Social: Condiciones exteriores, actitud de los padres, exigencias y reglas coactivas de la sociedad en general.
El fracaso del Yo se manifiesta en el neurótico, por sufrimiento psíquico, y en ocasiones sufrimiento físico, por una disminución de la efectividad funcional y del desarrollo de sus aptitudes, por una incapacidad para alcanzar la satisfacción de los impulsos instintivos, e incapacidad para establecer adecuadas relaciones interpersonales.

En el siguiente cuadro se plasma cómo se da este proceso:

  

Y qué pasa después del fracaso del YO ante esta pugna de fuerzas ?
Lo intolerable es desalojado de la conciencia formando un grupo psíquico separado: el Inconsciente. Se da una disociación entre grupos de representaciones: se instala un corte en la vida psíquica, el grupo de representaciones insoportables para el YO, por acción de la defensa, se va al Inconsciente.
La defensa tiene como premisa producir destinos diferentes de la relación representación/afecto: se trata de lograr debilitar la representación, despojándola de su afecto, de la magnitud del estímulo que trae; para hacer inofensivo su carácter penoso para el YO è La representación es reprimida.
El curso clínico de una Neurosis es : 
  • Una experiencia sexual infantil traumática, ya sea real o fantaseada, tengamos en cuenta que para la Neurosis vale más la realidad psíquica que la realidad material.
  • La represión de dicha experiencia, cuya remomeración a posteriori suscita un síntoma primario
  • Un período de salud aparente o defensa eficaz
  • Una fase de retorno de lo reprimido
Lo reprimido no está a disposición de la conciencia pero perdura y por eso es actualizado en otro tiempo, generalmente después de la pubertad. Un punto importante: No es el acontecimiento lo que produce la formación de síntoma, sino su recuerdo, y para ser más precisos, cómo se interpreta ese recuerdo.

Qué significa Represión, no se solucionó todo con ella?
La Represión es la operación por medio de la cual el sujeto intenta rechazar o mantener en el inconsciente representaciones: pensamientos, imágenes, recuerdos ligadas a una pulsión que produce placer, pero que también produce displacer, por ser prohibida (ejemplo: incesto). Su esencia consiste en rechazar algo de la conciencia y mantenerlo alejado de ella. La condición para la Represión es que el motivo de displacer cobre un poder mayor que el placer de la satisfacción.
La represión exige un gasto de fuerza constante, si cejara, peligraría su resultado, haciéndose necesario un nuevo acto represivo. Lo reprimido ejerce una presión contínua en dirección a lo conciente, el equilibrio debe mantenerse con una contrapresión incesante. El mantenimiento de una represión, supone gasto continuo de fuerza. Cuando la represión falla, retorna lo reprimido a través de síntomas, sueños, actos fallidos.
Cómo y cuándo aparecen los síntomas?
Los síntomas neuróticos son productos del YO, se crean cuando éste fracasa en su intento de mediar entre los impulsos instintivos, la realidad externa y el Super Yo. En el síntoma neurótico el YO se enfrenta al impulso erótico y al impulso destructivo, pero al mismo tiempo intenta satisfacerlos de alguna manera.
El síntoma es una creación doble: tiende a gratificar las pulsiones del Ello, y también a rechazarlas de acuerdo con las prohibiciones del Superyo. Desde el punto de vista de la presión pulsional: el síntoma representa una afirmación y una negación de los impulsos reprimidos. Desde el punto de vista del YO, es un rechazo de los mismos. El síntoma es un compromiso.
La función de integración y síntesis propia del Yo continúa ejerciéndose en las Neurosis. El Yo se esfuerza en ser mediador entre las tendencias opuestas, fin de escapar al peligro de una quiebra total de la personalidad. El Yo une en un solo fenómeno 2 tendencias opuestas, una que busca la descarga, y la otra que se opone. En toda Neurosis el Yo está dividido, en contraposición a la síntesis que es la tendencia fundamental del Yo.
Pueden traerme los síntomas, que me hacen sufrir, algún beneficio?
El síntoma es un compromiso entre las fuerzas represoras y reprimidas, es el intento del Yo, por mantener un mínimo de cohesión y armonía psíquica. En el síntoma del neurótico, se obtiene una satisfacción, aunque parcial y limitada, de los impulsos reprimidos, es el beneficio primario de la enfermedad, es decir, hay una satisfacción enmascarada de la pulsión reprimida. Es el sustituto mediante el cual se materializa la satisfacción o se defiende de ella. Freud lo define como un producto deformado de una realización de deseos libidinosos o agresivos inconscientes.
En el síntoma se expresa también la necesidad de sufrir, existe la tendencia a la autopunición. El sufrimiento que proporciona la Neurosis expía la culpa originada en la satisfacción de lo reprimido que se obtiene gracias al síntoma, y al mismo tiempo, representa una manera de sobornar al Super Yo para que éste permita tal forma de satisfacción.
El beneficio secundario es una ganancia narcisista. En la Neurosis el yo está dividido, provoca dolor, displacer, debilita al Yo y hiere su narcisismo, al contradecir las tendencias a la unificación, conciliación, armonización y realización de síntesis. Por ello, el Yo se esfuerza en asimilar los síntomas, y en reintegrar a su organización la parte regresiva de sí misma. Se desarrolla una simbiosis entre el síntoma y el Yo, gracias a la cual el Yo encuentra satisfacción narcisista en ser capaz de restaurar de nuevo el equilibrio psíquico e integrar de alguna forma las distintas energías psíquicas del organismo.
El síntoma está lo suficiente lejos de la idea que le dio origen y lo suficiente cerca para que tenga sentido. Algunas consideraciones importantes del sentido de los síntomas, sueños o actos fallidos: 
  • No son las vivencias mismas las que poseen el efecto traumático, sino sólo su reanimación como recuerdo, después que la persona ha ingresado en la madurez sexual. Las vivencias ejercen su efecto, por despertar la huella mnémica de esos traumas de la infancia.
  • La formación del síntoma cumple una función en nuestra economía psíquica, por lo que es riesgoso forzar su levantamiento, si no hay un trabajo analítico previo.
  • Que el síntoma tenga un sentido nos permite significarlo a través de la interpretación.
Qué caminos encuentra la defensa del YO para protegerse de los impulsos perturbadores?
La elección del camino está en función del desarrollo de la libido. Freud identifica tres caminos que llevan a tres tipos de Neurosis, en las tres se trata de la defensa contra el Complejo de Edipo (ver artículo “Somos seres sexuales?”, en el mismo blog):
  • Conversión para la Histeria Conversiva: la representación insoportable se traspone al cuerpo, “se olvida” el suceso patógeno y se excluye de la memoria. La conversión traspuesta al cuerpo, puede ser total o parcial, y sobrevendrá como inervación motriz o sensorial que mantenga un nexo, íntimo o laxo, con la vivencia traumática.
  • Desplazamiento para la Neurosis Obsesiva: la representación debilitada queda apartada de toda asociación en la conciencia, el suceso patógeno no es olvidado pero sí “aislado”, no tiene eficacia. El afecto libre se adhiere a otras representaciones no intolerables en sí, que a través del falso enlace, se convierten en representaciones obsesivas. Los síntomas que se generan por esta represión son: escrúpulos de la conciencia moral, vergüenza, desconfianza de sí mismo. El obsesivo se comporta bajo el imperio del sentimiento inconsciente de culpa, se sacrifica a su culpa.  Difícilmente estas personas pueden evitar las críticas de su Superyo, aparecen nuevos síntomas o restricciones encaminados al autocastigo, que significan satisfacciones masoquistas.
  • Transposición de afectos para la Histeria de Angustia: Fobias: el afecto de angustia intolerable, inexplicable para el paciente, se enlaza, por leyes de asociación, a otra representación o idea que la sustituye, ante cuya presencia en la percepción surge el ataque de angustia. Una represión como el caso de la fobia a los animales es un fracaso, porque consistió solo en eliminar y sustituir la representación original, pero el ahorro de displacer no se consiguió.
Bibliografía

Freud, Sigmund, Primeras publicaciones psicoanalíticas, Tomo III, “Las Neuropsicosis de Defensa”, 1894
-----------------------------------------------, “Nuevas Puntualizaciones sobre las Neuropsicosis de Defensa”, 1896
Freud, Sigmund, “Conferencias de introducción al psicoanálisis”, Conferencia 19, “Resistencia y Represión” 1916
Bergeret, Jean, La personalidad normal y patológica, “Las grandes estructuras de base”, 1974
Coderch Juan, Psiquiatría Dinámica, Capítulo IV, Las Neurosis
Baumgart Amalia, Lecciones introductorias de Psicopatología, Capítulo VII La Neurosis.Campo Clínico. Nosología Freudiana. Series Complementarias
Laplanche, Diccionario de Psicoanalisis.

Trabajo presentado en el curso Psicopatología 1° año, dictado por la profesora Yenny Lloret de Fernández, en la formación de Psicoterapia Psicoanalítica, CPPL, 2010.