Concepción del Psiquismo...desde la obra de Melanie Klein
Sigmund Freud estudió el funcionamiento del psiquismo en la clínica, se centró más en el
estudio de la mente, que en la conducta, la cual vendría a ser una expresión de
lo que ocurre "adentro". Le interesa
descubrir las causas de los comportamientos, las motivaciones que impulsan a
obrar de determinadas maneras. El psicoanálisis se centra en los procesos inconscientes de la Psique, en
lo más interior y profundo, lo más inaccesible. Pretende el desarrollo personal
y propio, el cambio subjetivo y cualitativo, no fija objetivos concretos a
alcanzar, lo que sí hace lo Conductual, que se centra en lo más externo, lo
directamente observable y medible, en la acción misma.
A lo largo de su
investigación, Freud planteó dos teorías del psiquismo: la Primera y la Segunda
Tópica. La Primera Tópica es una teoría topográfica, nos habla de tres ámbitos o
zonas del psiquismo: el Inconsciente, el Pre-consciente y el Consciente. Después, en 1920, planteó la Segunda Tópica, como una
teoría estructural del psiquismo, que distingue tres instancias o tres
estructuras en la personalidad humana: Ello, Yo y Superyó. Trataré ambas
tópicas más adelante.
En este escrito me referiré al trabajo de Melanie Klein, psicoanalista austriaca, creadora de una
teoría del funcionamiento psíquico. Hizo importantes contribuciones sobre el
desarrollo infantil desde la teoría psicoanalítica y fundó la escuela inglesa de
psicoanálisis.
1. Cómo
se concibe al Psiquismo desde Melanie Klein?
Para Melanie Klein, la vida
psíquica se basa en el desarrollo de un
YO temprano, en la existencia de relaciones de objeto tempranas, en la influencia
de la angustia, como motor psíquico a partir del nacimiento, en la postulación
de dos etapas fundamentales en la evolución mental y emocional del niño, en la existencia
de una pulsión de vida y una pulsión de muerte.
Concibe a la mente como un
espacio, un continente, en cuyo centro habitacional mora un sujeto, el YO, y en
cuyo interior, ese mismo YO inconscientemente, por procesos de proyección e
introyección, ubica objetos y constelaciones de objetos con los que sostiene
diferentes tipos de vínculos, y que a su vez están en interrelación con los
objetos del mundo externo.
2. Qué son las Posiciones?
Son etapas en la evolución
mental y emocional del niño:
- Posición Esquizo-Paranoide: desde el nacimiento hacia la mitad del primer año de vida
- Posición Depresiva: desde los 6 meses en adelante.
Posición
implica una configuración específica de relaciones objetales, ansiedades y
defensa, persistente a lo largo de la
vida, estando en la posición depresiva podemos regresionar a la posición
esquizo-paranoide, es decir, podemos
oscilar entre ambas posiciones en todos los momentos de nuestra vida.
La posición se define según
la ansiedad específica que sufre el YO (persecutoria o depresiva), y ésta surge
del tipo de relación fantaseada que ese YO mantiene con sus objetos en cada
momento particular.
3. Qué es la Fantasía Inconsciente?
Es la expresión mental de los instintos y conlleva una acción específica en el inconsciente. Interviene un sujeto, un objeto y una acción intencional recíproca. (causalidad circular)
En la teoría de Klein, el
instinto es calificado por la especificidad de la acción deseada o temida,
según la zona erógena activada y el impulso predominante; se inscribe como una
acción específica como: succionar, morder, defecar, inundar, envenenar,
desgarrar, quemar. El objeto de esa acción no es el objeto del instinto: es el
objeto al cual el YO desea hacerle la acción específica, el objeto al cual se le desea hacer algo o del que se teme que nos haga
algo (retaliación). Se crea en la
fantasía un universo de objetos y se los involucra en una red de
intencionalidades recíprocas, esos objetos de amor y de odio son objetos del YO
y no de la pulsión.
Los instintos kleinianos incitan a amar u odiar a los
objetos a quienes se atribuye la intención de provocar efectos placenteros o
displacenteros, a diferencia de las
pulsiones freudianas que buscan el placer y huyen del displacer. Se incide así
en la relación con el objeto, más que en la descarga.
La Fantasía Inconsciente influye y altera constantemente la percepción o
la interpretación de la realidad, la realidad también ejerce su impacto sobre la
Fantasía Inconsciente, se la experiencia e incorpora, y ejerce fuerte
influencia sobre la Fantasía Inconsciente misma.
Una mala experiencia real
se hace mucho más importante, y este funcionamiento se da en toda la vida, cuando el bebé ha tenido intensas fantasías
coléricas en las que atacaba el pecho, ya que dicha experiencia le confirma, no
sólo la sensación de que el mundo exterior es malo, sino también su sensación
de que él mismo es malo, y su creencia, en la omnipotencia de sus fantasías
malevolentes.
Las experiencias buenas,
tienden a disminuir la ira, a modificar las experiencias persecutorias y a
estimular el amor y la gratitud del bebé, y su creencia en el objeto bueno.
4. Cómo es la Posición Esquizo-Paranoide?
Se caracteriza porque el bebé tiene la fantasía de que sus objetos originarios son extraordinariamente buenos, cuando se siente gratificado, o extremadamente malos, cuando se siente frustrado.
Ama a los objetos buenos o
idealizados, y odia y fantasea ataques orales, anales, uretrales, sádicos en
general, a los objetos malos o persecutorios.
Está fundamentalmente centrado en el peligro para el YO, a
diferencia de la Posición Depresiva, en la que la preocupación se centra en el
daño hacia el objeto.
Desde el nacimiento, el YO
lidia con el instinto de vida, instinto de muerte y realidad externa. Cuando el
instinto de muerte produce demasiada ansiedad, el YO se escinde :
- Una parte es deflexionada (puesta afuera) y proyectada en el pecho materno (objeto persecutorio)
- Otra parte queda en el YO y se convierte en agresión.
De manera similar ocurre
con el instinto de vida o libido:
- Una parte es proyectada en el pecho materno (objeto ideal)
- Otra parte queda para establecer una relación libidinal con el objeto ideal.
En esta etapa, el YO tiene relación con dos objetos: el
pecho ideal y el pecho persecutorio. La fantasía del objeto ideal se
fusiona con experiencias gratificadores de ser amado y amamantado por la madre
externa real, que a su vez confirman dicha fantasía. De manera similar, la
fantasía de persecución, se fusiona con experiencias reales de privación y
dolor, atribuidas por el bebé a los
objetos persecutorios.
Contra la abrumadora
ansiedad de ser aniquilado el YO desarrolla mecanismos de defensa primitivos:
Los mecanismos de defensa también
son mecanismos de funcionamiento mental,
no sólo protegen al YO de ansiedades inmediatas y abrumadoras, también son manifestaciones
de etapas progresivas del desarrollo. La escisión permite al YO emerger del
caos y ordenar sus experiencias. Este ordenamiento de la experiencia que
acompaña al proceso de escindir al objeto en uno bueno y otro malo, sirve para ordenar el universo de las
impresiones emocionales y sensoriales del niño y es una condición previa para
la integración posterior. Es la base de lo que será después la capacidad de discriminar, cuyo origen es la temprana
diferenciación entre lo bueno y lo malo. Hay otros aspectos de la escisión que
persisten en la madurez, y son muy importantes: ej. capacidad para prestar
atención vs. distracción.
La escisión es también la base de la Represión. Si la
escisión temprana ha sido excesiva y rígida, la represión posterior será la
excesiva rigidez neurótica. Con la escisión se relacionan la ansiedad
persecutoria y la idealización. Ambas distorsionan el juicio, si se conservan
intactas en la vida adulta. La primera sirve para poder reconocer, evaluar y reaccionar
ante peligros externos. La creencia en la bondad de los objetos y de uno mismo
se basa en la idealización, precursora de buenas relaciones objetales. La
relación con un objeto bueno contiene cierto grado de idealización (base para
enamorarse).
La Identificación
Proyectiva también tiene aspectos valiosos. Es la forma más temprana de empatía y la capacidad
para “ponerse en el lugar del otro”, se basa tanto en la identificación
proyectiva como introyectiva. En la Identificación Proyectiva se basa también
la primera clase de formación de símbolos. Al proyectar partes de sí en el
objeto, e identificar partes del objeto como partes del YO, el YO forma sus
primeros y más primitivos símbolos.
6. Cómo salimos de la Posición Esquizo-Paranoide?
Condición previa: experiencias buenas sean registradas como buenas y predominen sobre las
malas. Para Melanie Klein, lo central es
cómo vivimos las experiencias, esto depende de mecanismos inconscientes internos : prima el mundo interno.
El YO llega a creer que el
objeto ideal prevalece sobre los objetos persecutorios, y que su propio
instinto de vida predomina sobre su propio instinto de muerte. El YO se
identifica repetidamente con el objeto ideal, adquiriendo mayor fuerza y
capacidad para enfrentarse con ansiedades sin recurrir a violentos mecanismos
de defensa. Disminuye el miedo a los perseguidores y disminuye la escisión
entre objetos persecutorios e ideales.
A medida que el YO se siente más fuerte y
con mayor afluencia de libido, disminuye la escisión dentro del YO, disminuye
la necesidad de proyectar, y el YO puede tolerar mejor su propia agresión y
sentirla como parte de sí. El YO se prepara para integrar sus objetos, para
integrarse él mismo, y por la disminución de mecanismos proyectivos, distingue
mejor entre lo que es YO y lo que es objeto.
7. Cómo es la Posición Depresiva?
En la mitad del primer año
de vida, se produce la síntesis del objeto y la integración del YO. El bebé
integra a los objetos como totales: percibe a la madre como una persona total y
real, y así sintetiza los aspectos disociados de los objetos primitivos. Ahora
siente que ama y odia al mismo tiempo el
mismo objeto, hay ambivalencia, y la ansiedad predominante es la depresiva:
Lo central es el miedo a
perder sus objetos, aparece la culpa depresiva y
los impulsos a reparar, ese objeto bueno, atacado y en peligro en sus
fantasías. Esto se da así:
Cuando el bebé siente que su YO es fuerte y poseedor de un objeto ideal
fuerte, sus propios impulsos malos le
asustan menos, y se vemos impelido a proyectarlos afuera, disminuye
entonces el poder atribuido al objeto malo, mientras que el YO se fortifica,
pues la proyección empobrece menos.
El bebé tolera mejor el instinto de muerte
dentro de sí y decrecen sus temores paranoides: disminuyen la escisión y la
proyección, y predomina el impulso a la integración del YO y del objeto, deviene
en poder aceptarnos como buenos y malos.
Reconocer a la madre como
persona total, significa también reconocerla
como individuo con una vida propia y con sus propias relaciones con otras
personas. El bebé descubre cuan desamparado está, cómo depende totalmente
de ella, y cuántos celos le provocan los demás. Ese cambio en la percepción del
objeto se acompaña de un cambio fundamental en el YO, a medida que la madre se convierte en objeto total, el YO del bebé se
convierte en un YO total.
En la Posición Depresiva se
intensifica los procesos de introyección, en parte por la disminución de los
mecanismos proyectivos, y en parte a que el bebé descubre cuanto depende de su
objeto, a quien ve ahora como persona independiente que puede alejarse de él.
El bebé bien integrado - integra
objetos, pulsiones, temporalidad, por ende a sí mismo-, que puede evocar y
conservar su amor por el objeto bueno, incluso mientras lo odia, está expuesto
a nuevos sentimientos: duelo, nostalgia por el objeto bueno al que siente
perdido y destruido, y la culpa, por perder a su objeto bueno por su propia
destructividad.
Al integrarse más su YO, el bebé descubre su propia realidad psíquica. Advierte su propia existencia y la de sus objetos como seres distintos y separados de él. Advierte sus propios impulsos y fantasías, y distingue entre fantasía y realidad externa. Con la progresiva elaboración de la Posición Depresiva cambia totalmente la relación con los objetos: el bebé adquiere la capacidad de amar y respetar a las personas como seres separados, diferenciados. Reconoce como propios sus impulsos, se responsabiliza por ellos y tolera la culpa. La capacidad recién adquirida de sentir preocupación por sus objetos lo estimula a aprender gradualmente a controlar sus impulsos.
Con la Posición Depresiva se entra en un mundo simbólico, gracias a la capacidad del niño de reconocer la ausencia del objeto.
El vínculo con el objeto ausente se sostiene a través de los objetos internos y
sus sustitutos simbólicos en el mundo externo. La creación de símbolos se
convierte en una capacidad reparatoria y
sublimatoria, y en una capacidad objetivante, ya que la sustitución
simbólica es la que permite ir dando relieve y valor a los objetos del mundo
externo.
A medida que el bebé pasa
por repetidas experiencias de duelo y reparación, de pérdida y recuperación, su
YO se enriquece con los objetos que ha debido recrear en su interior, y que
ahora se hacen parte de él. Aumenta su
confianza en su propia capacidad de conservar o recuperar objetos buenos y su
creencia en su propio amor y posibilidades.
La Posición Depresiva nunca
se elabora completamente. Siempre tenemos ansiedades relacionadas con la ambivalencia
y la culpa, y situaciones de pérdida que reavivan experiencias depresivas. Los
objetos externos buenos de la vida adulta simbolizan y contienen aspectos del
primer objeto bueno, interno y externo, de modo que cualquier pérdida de la
vida posterior, reaviva la ansiedad de perder el objeto interno bueno y con
ella todas las ansiedades sentidas originalmente durante la Posición Depresiva.
Si durante ésta, el bebé ha podido
establecer un objeto interno bueno suficientemente afianzado, las situaciones
posteriores de ansiedad depresiva no le conducirán a la enfermedad, sino a una
elaboración fructífera, cuyas consecuencias son mayor enriquecimiento y
creatividad.
En la vida, siempre queda
un funcionamiento propio de la posición esquizo-paranoide y de la posición
depresiva. En el funcionamiento psíquico, de acuerdo al desarrollo personal, tiende
a predominar uno de ellos.
Bibliografía
Segal, Hanna,
“Introduccion a la obra de Melanie Klein”, 1984.
Del Valle Echegaray, Elsa Margarita, “Divergencias en la Unidad, una introducción
a los desarrollo psicoanalíticos después de Freud ”, 1997.
“Aportes de Melanie Klein al enfoque freudiano” ,www.eljuegoinfantil.com/psicologia/evolutiva,
"Algunas aportaciones del psicoanálisis a la educación
de nuestros hijos y alumnos: una aproximación al psicoanálisis desde un
psicólogo cognitivo-conductual", José Ángel López, www.cop.es/colegiados/T-00921/psicoanalisis-coco.pdf
"Entendimiento de la Concepción del Psiquismo desde la obra de Melanie Klein", adaptación del trabajo presentado en el curso de Concepción de Psiquismo, 2° año,
dictado por la profesora Graciela Cardó, en la formación de Psicoterapia
Psicoanalítica, CPPL, 2011.